Un día terrible. La semana anterior no he parado de trabajar desde que salía el sol hasta que me caía yo, y hoy que puedo descansar, me encuentro con un escenario en plena esquina de mi casa. Ya estaban llegando músicos, una orquesta entera, con un equipo de sonido de esos que ya no se mide su potencia en decibeles sino en megatones, y unos carteles que no tuve fuerzas para leer. Estaba a punto de derramar lágrimas, las primeras en más de diez años, sin embargo al poco rato, con el ruido infernal (¡alguien por favor enséñeles a estos tipos cómo se maneja un ecualizador!) ya establecido, pasan unos tipos entregando panfletos. Casi lo arrugo y echo a la basura por reflejo, pero...
La sola discriminación ya es un completo despropósito, no cabe duda que era obra de la Iglesia Católica (luego me enteré que en efecto, así era) pero por favor... ¡El logo a la izquierda! ¿No se les ocurrió otra forma de representar la homosexualidad? Al menos eso dice mucho de lo que están llenas las mentes de estos tipos, supongo que no piensan en otra cosa.
Pero ahí no acaba la broma (porque lo tomo como broma, estoy muy cansado como para enojarme y la verdad, me hizo gracia) también me pasaron otro panfleto, este sí sobre la celebración. Se trataba de un grupo político que actualmente está al gobierno de esta región, ahora ¿Cómo se hace para reportar vecinos ruidosos cuando los molestosos en cuestión son justamente el gobierno regional? ni modo, situación "catch 22" al menos vale la pena ver qué tienen preparado para celebrar la semana de su aniversario y... ¿?
Vaya coro "sin alegría, no encuentra esperanza" "el campesino pierde su cosecha" "esperando que aparezca el pan" (que vayana a conseguirlo, que los panes no aparecen así de la nada) y el coro "sacrificio" "el mundo está agonizando" ¡Pero qué...!
Ahora lo entiendo, estamos siendo gobernados por Emos
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