martes, 17 de enero de 2017

La campaña de volanteo más exitosa en la historia de esta ciudad.

Ayer me bastó salir a la calle por unos minutos para recibir cinco (05) volantes (o panfletos, propagandas, folletos, como quieran llamarlos) iguales. Plastificados, tamaño A6, y a todo color.



Aclaro que no estaba buscándolos, ni tampoco me puse a caminar por los mismos lugares varias veces. Simplemente salí a caminar por motivos normales de la vida diaria, como cualquiera que tiene que hacer compras o visitar gente, y en el camino por pura inercia terminé recibiendo cinco (05) volantes iguales. El primero lo leí y lo boté a un tacho de basura, porque hay que mantener limpia la ciudad, e inmediatamente me llamó la atención que el basurero estaba lleno de volantes iguales (tantos que se rebalsaban y se veían a simple vista, no crean que me puse a buscar en la basura, no soy espía norteamericano) y no sólo ahí sino que el suelo estaba lleno de ellos, algunos estaban pegados en la acera a base de pisotones y otros se los llevaba el viento. Estaban clavados en los enrejados de algunas casas, arrugados en algunas ventanas, y hasta en el interior de una farmacia puede ver uno escondido.


Probablemente no le vean nada de extraordinario, pero cualquiera que haya trabajado en diseño publicitario o imprentas debe estar completamente estupefacto con sólo leer esto. Para entender mejor por qué esto es digno de mención aquí va una comparativa de las campañas de volanteo más notorias de Chiclayo:

Sexofertas: De lejos la más ubícua de estas campañas. En una sociedad conservadora y tímida la única forma masiva de difundir una Sex Shop es con estos panfletos entregados de mano en mano. Rara vez son plastificados y generalmente solo tienen un color, o ninguno. Generalmente son papel bond con calidad de fotocopia en blanco y negro, tienen tamaño de un octavo de A4. Caminando normalmente por la ciudad, es normal recibir 3 en una sola semana.

Reparación de Celulares: Algunos institutos enseñan a reparar celulares y tablets y se promocionan de este modo. Sus volantes suelen ser de tamaño mitad de A4 o un cuarto de A4, papel tipo periódico y calidad de impresión offset de un sólo color. Con una rutina normal, recibes uno o dos por semana.

Aprenda a manejar maquinaria pesada de minería: Misma calidad y frecuencia que el anterior. Uno o dos por semana, papel periódico, medio A4 (no en A5, sino una tira larga, mitad de un A4)

Brujos compactados con el diablo: Sí, ha leído bien, no son pactados sino COMPACTADOS. Así dice su publicidad y supongo que lo hacen porque así ocupan menos espacio. Estos dudosos servicios paranormales se publicitan de ese modo también. Típicamente en papel periódico, tamaño A6, tinta negra o azul. Uno cada dos semanas como mucho.

Además, tenemos algunas campañas que no son fijas sino que aparecieron en momentos específicos debido a ciertos sucesos. Las más recordadas:

Los nintendos son satánicos: Cuando empezaron a llegar las consolas de juegos aquí en Chiclayo recién estábamos saliendo de la edad de piedra y aún nos faltaba tocar el monolito, así que empezó una campaña de terror que destruyó la infancia de muchos. Las iglesias cristianas (incluida la católica) empezaron a repartir volantes "informativos" explicando a los padres los peligros que podía causar un CPU de menos de 1 Mhz de velocidad con una salida de sólo 28 colores. En pleno auge, era típico recibir uno diario. Papel periódico, tamaño de un sexto de hoja A4.

Los dibujos chinos son satánicos: Parecido al anterior, las iglesias evangélicas estaban muy interesadas en que los padres se peleen con sus hijos así que denunciaron a Dragon Ball y Los Caballeros del Zodiaco, con el detalle pintoresco de que según ellos los nombres de los personajes de Dragon Ball tenían significados satánicos (para los no entendidos: es gracioso porque todos esos nombres son bromas sobre comida) Una vez que se estrenó Evangelion la Iglesia Católica se unió a la fiesta y en ese periodo de auge, lo normal era llegar a casa con uno de esos cada día. Papel bond, calidad fotocopia, tamaño A6.

El Código da Vinci es una conspiración, y además satánico: empiezo a notar un patrón... en fin, mismo cuento, se les pasó por alto el libro pero cuando se anunció que habría película empezaron a repartir estos papelitos explicando que el autor era... (música de terror) ¡Un ateo! y por tanto era pecado leer el libro. A esta campaña  le debo haberme puesto al tanto de los libros de Dan Brown, que tanta diversión me han dado. Eso sí, el presupuesto escaseaba porque si bien era fácil recibir uno diario, eran tamaño de mitad de un A6, y claramente fotocopias en máquinas que necesitaban urgente un cambio de toner.

La Batimanía: Si no la recuerdas, felicidades, eres joven. En esta campaña estuvo hasta la Pepsi poniendo publicidad y cuando pasaban por las calles promocionando las películas hasta regalaban cosas, si había suerte. Los volantes eran a todo color, pero no plastificados. Tamaño A6 y uno o dos podías encontrar sólo en fines de semana.

La Carta de la Virgen de Guadalupe: Esta cosa deja en pañales a la niña de "El Aro." Amenazaba con matarte a ti y a tu familia y hacer que todo parezca un accidente en 8 días si no cumplías con infectar con la misma maldición a más de 100 personas. Durante su reinado de terror era común recibir tres por semana. Las lanzaban por debajo de la puerta y cuando las veías sabías que estabas maldito otra vez. Generalmente tamaño A4, en sobre y casi siempre escritas a mano porque las maldiciones no aceptan que uses máquinas para copiar.


Bien. Ahora que ya tienen esos antecedentes, voy a repetir lo que dije al inicio sólo para que quede claro. De esta campaña he recibido:

- Cinco volantes en menos de veinticuatro horas.
- Todos en papel plastificado de buena calidad.
- A todo color. (Hasta incluyen fotografías.)
- Están empapelando toda la calle y rellenando los contenedores de basura.

¿Entienden ahora? ¡Esto es, por mucho, la campaña de volanteo más exitosa en la historia de esta ciudad! Necesitamos saber cuál es el secreto de marketing capaz de lograr lo que ni la Pepsi pudo, este es el tipo de éxitos de los que se escriben libros para enseñar marketing, publicidad, comunicación y sociología en universidades del extranjero.

Por supuesto, estarán pensando que no querrán compartir un secreto así, y eso es correcto desde el punto de vista puramente comercial, pero pónganse a pensar cuántas causas humanitarias necesitan urgente esa visibilidad. Todos los años vemos como campañas de lucha contra el cáncer, o contra la pobreza, o para llevar alimentos a niños pobres hacen tanto y tanto esfuerzo para terminar obteniendo ni la centésima parte del presupuesto que aquí han obtenido, al parecer, sin mucho esfuerzo.

Y digo presupuesto porque es papel plastificado de buena calidad, y está a todo color en calidad fotográfica. Incluso si las imprentas están donando gratis su trabajo, esos insumos cuestan lo suyo. Lo mismo que la gente que sale a repartir no es cualquiera -si han trabajado en esto, lo saben- sino que tienen que pasar por una capacitación para saber informar, eso requiere tiempo y un lugar, y transporte.

Al llegar a casa mi madre me informa que ella también ha recibido suficientes volantes para llenar un álbum de figuritas (de Editorial Navarrete) y además le estaban pidiendo que firme un papel, cosa que por supuesto no hizo porque ¿Quién rayos firma un papel en blanco en estos tiempos? - pero esto indica un nivel de organización aún mayor, y quizá ahí esté el secreto.

En fin, termino esto con un llamado a todos los periodistas. No bromeo: Este caso es el tipo de investigación periodística que se gana el Premio Pulitzer y está ahí esperando que se la lleven. ¿Qué esperan? No digan luego que no les avisé.

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